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Mostrando entradas de octubre, 2015

Un cuento silencioso

De ser posible contaría un cuento silencioso de colores y en verano transcurrido. Les daría soñadoras e imantadas fantasías posibles en los cuentos; imposibles de colores... Nacería desde el agua donde anida, guarecido, el arcoiris. Cumpliría mis edades y tendría mis días atareados. Habría así tejido algún verano de suerte que el invierno no llegará. Dicen que el mundo ha de morir de frío... Mi cuento comenzaba barbotando con la sangre de un poeta, clarinaba su palabra acribrillada de pronto en mis ojos se borraron los espejos en mis ojos han llorado sus ensueños, sus victorias en mis ojos, sus heridas Se moría, se moría un guerrillero entre mis ojos Se moría. Es largo ya el silencio y el espejo que me amarga la boca cada día, dicen que el mundo ha de morir de frío... En otros ....cantarán los arcoiris..

Sonreía

Mis lágrimas corrían por la almohada, pero es que se escapaban; no lloraba, sonreía. Sonreía a lágrima viva, sonreía, y mis lágrimas corrían por la almohada; no lloraba, sonreía. Sonreía. Es que desde lejos te veía que decías de esas frases que entrelazan dulcemente tus paisajes. Los pintabas a otra con la magia que a mí me los pintabas. Pero de otra manera. Mis paisajes eran míos; ya no los recuerdo, casi. Sólo sé que eran muy bellos. Fugaron por las laderas de mis bosques centinelas. Mis paisajes, ya no los recuerdo, casi. Sólo sé que eran muy bellos. Y le hablabas, mirándola, toda ella, mirándola. También ella sostenía tu mirada. y reía y reía como yo lo hice un día: extasiada. En tus labios dibujábanse turquesas, caracolas y corales, y mareas. En tus ya muertos paisajes creo fui garza, cañada, encina, pluma. Ya no los recuerdo, casi. Sólo sé que eran muy bellos Hoy, lejos de tu palabra, descuidamente prodigada, todavía mis lágrimas me corren por la almoh